Todavía no tiene un nombre. Tampoco puedo revelar su destino. Por el momento es un secreto. Como los secretos de la tierra y del cielo que ella conoce tan bien. Como los saberes que guarda y protege.
Pero en este caso guardamos el secreto para que sea una sorpresa, Sòlo puedo decir que está en buenas manos, y que le esperan años de los momentos más mágicos que una muñeca pueda soñar.
Por ahora, hasta que llegue ese día, esta muñeca fue muchos y nuevos aprendizajes para mi, y una linda excusa para compartir una tarde de charla y risas.
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