Un caballito brillante

Ellya tiene 4 años y un papá viajero. Desde un país muy lejos del suyo su papá le pregunta qué quiere que le lleve de regalo. Ella elige un caballo. Pero un caballo brillante tiene que ser. Algo dficil de encontrar.

 

Un encargo de esos que disfruto especialmente, de los que son desafío y diversión. Pasé el fin de semana entre telas de lo más impensadas, buscando el brillo que Ellya esperaba, hasta que apareció el caballito por fin. Y en el entusiasmo agregué detalles y manzanas para el viaje.

 

Hoy supe que Ellya lo recibió con mucha alegría, y lo primero que hizo apenas lo tuvo en sus manos fue quitarle las riendas. Me gustó saberlo. Me lo imaginé corriendo libre por algún campo francés.

Gracias Carolina por acordarte de mi y saber que lo iba a hacer con muchas ganas, y Vincent por confiar en mi trabajo aún antes de verlo.

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